María y José huyen a Egipto
María y José huyen a Egipto
El ángel avisa en sueños
que José lleve a María y al niño
a mejor aliño,
¡Herodes quería sesgar
su corazón de armiño!
Van por el desierto
con hambre, con sed, con frío,
¡Abriga María al niño!
Montada en un burro
va la virgen embarazada,
y San José a pie camina,
¡Ay, pobres, mis peregrinos!
De día el sol les quema,
y de noche,
les congela el frío,
¡El panorama es sombrío!
¡Qué amargo el camino!
¡Qué duro destino!
San José está cansado,
pero, sigue adelante,
María, embarazada,
ya empieza a sentir los dolores de parto;
ya ha dilatado bastante.
Por el desierto,
agotados, van,
José, el niño y María;
la estrella los guía;
la fe los sostiene.
¡Santos emigrantes
reciban
bendiciones abundantes!
Amarga es el agua del sufrimiento,
dulce el resarcimiento,
con el nacimiento del niño bello,
¡El pequeño brillante destello!
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
Nota:
La virgen María y San José fueron muy pobres, pero ellos no decidieron abortar para evitarse problemas o hacerse las cosas más fáciles, pues Herodes quería matar al niño y castigar a los padres que dejaran vivos sus hijos. Ellos prefirieron pasar hambre, necesidades, miedo, con tal de ver nacer a su hijo. Un hijo es un proyecto de vida hermoso, menos mal que no lo abortaron porque sino no hubiésemos tenido el salvador del mundo Jesucristo. (No abortes a tu hijo, ni de una semana, ni de un día)
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